Independencia de Cataluña

Independencia de Cataluña

SeparatistasEl miércoles pasado Duran Lleida –no se sabe si con temeridad o con realismo—espetó al Presidente del Gobierno que se va a encontrar con una declaración unilateral de independencia que algunos van a hacer en el Parlament”. Este aviso del líder de Unió y socio de CDC parece coherente con la marcha de los acontecimientos en Cataluña: la dinámica secesionista no sólo no se ralentiza sino que se acelera. ¿Qué podría hacer a estas alturas cualquier responsable del Gobierno de España? ¿Negociar una autorización de referendo conforme al artículo 149 apartado 32 de la Constitución que versase sobre la autodeterminación de una parte del territorio de España? Ninguno lo haría. Y Rajoy tampoco.

De modo que la advertencia de Durán Lleida, que no aportó alternativas que pudieran disuadir a los independentistas catalanes a tenor de la radicalidad de ERC expresada por su líder, Oriol Junqueras, en un taxativo artículo en La Vanguardia del pasado jueves, nos conduce al peor de los escenarios posibles, al más conflicto y menos deseado por la inmensa mayoría. Porque el gran problema consiste en que la reivindicación de CDC y de ERC no aspira a estar en España de manera distinta a la actual –lo cual sería negociable y legítimo—sino a romper su vinculación y formar un Estado propio. En otras palabras: el propósito de ambos partidos, al menos de momento, no es plantear una reforma constitucional o de otras normas ordinarias, sino lograr la secesión. Si, efectivamente, se produjese una declaración unilateral de independencia en la cámara legislativa catalana (los 14 votos de Unió podrían evitarla), se estaría dando palmariamente el supuesto más extremo de atentado al “interés general de España” (sic) y procedería, primero, que el Gobierno requiriese al presidente Mas y, segundo, en caso de que se desoyese el requerimiento, el Ejecutivo plantease ante el Senado (artículo 189 de su Reglamento) la adopción de medidas de intervención en Cataluña para la “protección del interés general” tal y como prevé el artículo 155 de la Constitución.

Este precepto constitucional es, en lo esencial, una copia del artículo 37 de la Ley Fundamental de Bonn y tiene su correlato en constituciones europeas como la austríaca o la italiana. Se trata de una cláusula de coerción federal” que en Alemania contempla directamente la suspensión o

Duran i Lleida

disolucn de los órganos del Estado federado incumplidor. En el 155, sinembargo, no está prevista, como se suele mantener con manifiesta ignorancia, la suspensión de la autonomía de la comunidad que atente contra el interés general de España, sino medidas de intervención gubernamentales(remoción del gobierno autonómico, disolución de su parlamento, por ejemplo, y convocatoria posterior de nuevas elecciones) que deben ser presentadas al Senado, debatidas en un pleno en el que intervendrían también representantes de la autonomía concernida por ellas y que se aprobarían por mayoría absoluta.

Oriol Junqueras

Además, y a diferencia de otras constituciones de Estados compuestos, el constituyente español de 1978 incorporó el requisito previo de un requerimiento gubernamental al presidente de la comunidad infractora y la acreditación ante el Senado de que dicho requerimiento también habría sido desoído. De modo tal que queda mucho trecho para una eventual aplicación modulada por el Gobierno del artículo 155 siempre y cuando CDC y ERC flexibilicen su postura, lo que ahora no parece  probable.

Mientras se llega –y ojalá no suceda- a la hipótesis que con tanto énfasis anunció Duran –la declaración unilateral de independencia-, el parlamento de Cataluña se propone aprobar una ley de consultas y establecer los términos de la pregunta. Contra ambas decisiones el Gobierno dispone de recursos paralizantes ante el Tribunal Constitucional que a estas alturas debiera ya haberse pronunciado sobre la declaración parlamentaria soberanista del pasado mes de enero votada por 85 diputados (CiU, ERC, ICV, CUP) y rechazada por 41 (PSC,PP, C´s), cuya suspensión prorrogó el TC indefinidamente el pasado mes de agosto.Altur Mas

La eventual aplicación del artículo 155 no comportaría ningún tipo de ejercicio de la fuerza. El Estado dispone de mecanismos financieros y de competencias en Cataluña que la evitarían de modo absoluto y terminante. Esta hipótesis, indeseable por completo pero no descartable si el pronóstico de Durán Lleida es certero y se incumple la palabra de Mas que aseguró que no habría en ningún caso declaración unilateral de independencia, podría no ser especialmente dramática para algunos (muchos) en la propia Cataluña. Una intervención del Estado para evitar la secesión permitiría a sus mentores presentarse como víctimas de un patriotismo que, de nuevo, España habría hecho inviable. Sería así el propio Estado el que les libraría de un compromiso independentista que, sin duda, saben no puede prosperar.

La utilización de la habilitación que al Gobierno y al Senado otorga el artículo 155 de la Constitución es una última ratio que comportaría una grave crisis constitucional y, seguramente, un punto de inflexión a partir del cual no podría ya reiniciarse la normalidad institucional porque desencadenaría una cascada de reacciones y la necesidad de configurar el modelo territorial de manera distinta al del Título VIII de la Constitución. De ahí que parezca verosímil que en Cataluña, las posiciones más radicales observen sin especial preocupación una intervención gubernamental. Son los independentistas que –en simetría con otros fuera de allí- apuestan a lo peor como lo mejor para sus intereses.

Reflexión ésta, sin embargo, que no haría eludible la máxima respuesta constitucional a una declaración unilateral de independencia ante la que Rajoy no podría permanecer instalado en la inacción porque el tiempo, lejos de haber solucionado el problema, lo habría agravado hasta exigirle una contundencia que pudo evitarse de haber previsto en su momento las consecuencias de una situación en Cataluña que se valoró, en su gravedad y efectos, de manera claramente errónea.

EUROPA – La Europa que quiere CILUS (Elecciones Europeas 2014)

CilusLo mismo que decimos de España o de la democracia, podemos decir de Europa.

“Nos sentimos muy demócratas y defenderemos la democracia, pero queremos otra democracia. “No sentimos muy españoles, pero queremos otra España”. “Nos sentimos muy europeos, pero queremos otra Europa”

Somos europeos por convicción, pero también por necesidad. Por convicción, porque la Unión Europea ha logrado acabar con la eterna rivalidad entre Francia y Alemania y porque nos ha hecho ver a nuestros respectivos vecinos, en nuestro caso a los franceses y a los portugueses, como unos ciudadanos más, no como enemigos. La mayoría de los españoles jamás haría la guerra contra ningún país europeo. La Unión Europea ha reforzado nuestra democracia y es una garantía de la misma. Por necesidad, por los países europeos por separado, y mucho menos España, podrán hacer frente a la globalización.

Queremos la Europa de los ciudadanos, y no sólo la Europa de las mercancías y de los políticos

II. ¿De qué responsabilizamos a la Unión Europea, es decir, a las instituciones de la Unión Europea?

a)  De que se han preocupado de crear un  gran mercado pero no de crear una verdadera Unión entre todos los países;

b)  De que no han sabido controlar la derivaeconómica y financiera que estaban tomando los países de la Unión;

c)   De que no han visto, a pesar de que todo el mundo lo veía, de que la unión monetaria, sin una unión económica y fiscal podría crear muchos problemas, como así ha sido, y de que sigue tener una política económica común de toda la Unión.

d)  De que, a pesar de estar en peligroel estado social europeo, no se están tomando las medidas urgentes que son necesarias;

e)  De que su política comercial de corte liberal está favoreciendo a las grandes empresas internacionales –muchas de ellas europeas-, pero está perjudicando al simple trabajador. Aquellas están desmantelando sus fábricas de Europa para fabricar a precios abusivos en los países emergentes, practicando el dúmping social y ecológico.

f)    Esta exigiendo austeridad a los países miembros cuando la Comisión y el Parlamento Europeo están despilfarrando el dinero de los ciudadanos europeos:

¿Para que sirven las embajadas de la Unión Europea si cada país y a veces las regiones de los países tienen sus propias embajadas?

¿Para qué sirven tantos intérpretes y traductores, cuando el trabajo cotidiano debería realizarse máximo en tres idiomas y, en la medida de lo posible en uno?

¿Para qué sirven tantas oficinas del Parlamento Europeo y de la Comisión en las grandes ciudades de los países miembros cuando todo esto se puede hacer de una manera centralizada para todos los países miembros?

I. ¿Qué Europa queremos?

PROPONEMOS:

1)    Supresión de la mayoría o de todas las oficinas del Parlamento Europeo y de la Comisión en los países miembros.

2)    Supresión de todas las embajadas de los países miembros en el mundo, si ya existen las embajadas de la Unión. Deberían quedar relegadas a legaciones comerciales dentro de las embajadas de la Unión.

3)    Reducir a tres idiomas hablados como máximo dentro de las instituciones de la Unión, que serían el  inglés, francés y alemán. Como requisitos para ejercer un alto cargo o para ser europarlamentario, debería exigirse el dominio de al menos uno de ellos. Nos parece que para el ejercicio de cualquier profesión se exige mucho más.

4)    Elección directa del presidente y de los Comisarios de la Unión por parte de todos los ciudadanos. (Actualmente solo el el presidente de la Comisión es elegido indirectamente por los ciudadanos a través del Parlamento Europeo)

5)    Lucha contra la corrupción en la selección de los funcionarios, sobre todo de los altos cargos dentro de las Instituciones.

6)    Más Europa y menos nacionalismos tanto de los Estados como de las regiones.

7)    La Unión Europea debe contribuir a una regulación mundial de la economía y de las finanzas, pues la falta de normas internacionales están dejando a Europa con las manos atadas frente a la banca y a las grandes empresas multinacionales.

8)    El estado europeo del bienestar se está desmoronando, y una Europa mucho más unida es la única que lo puede salvar aún.

9)    Que se modifiquen los tratados para que el Banco Central  Europeo pueda prestar el dinero a los Estados directamente y a las empresas y ciudadanos de la Unión. Con el sistema actual los bancos reciben el dinero del Banco  Central Europeo, pero se quedan con ello y no llega ni a las empresas ni a los ciudadanos.

10) de toda la unión Europea para aquellos campos en los que las políticas nacionales de los Estados miembros se hayan mostrado ineficaces o insuficientes, que son muchos.

11) Cuando sea necesario, pedimos un único referéndum a nivel de todala Unión Europea, y no un referéndum en cada uno de los Estados miembros.  Además.

12) Pedimos la elección directa del Presidente de la Unión Europea, que deberá celebrarse el mismo día en todos los países de la Unión

13) Más integración política

Defendemos y pretendemos unos Estados Unidos de Europa para todos aquellos Estados miembros que así lo deseen y busquen una mayor integración Europea.

Justificación: Los Estados que deseen seguir con la situación actual, constituirían un segundo grupo, pero no podrían impedir que otros avanzaran hacia los Estados Unidos.  Esta Europa a varias velocidades ya existe en otros campos (libre circulación de personas, euro, colaboración judicial), y no sería necesario reformar los tratados.

Fuente:  CILUS (Ciudadanos Libres Unidos) http://www.ciudadanoslibresunidos.org

El Gobierno no dice la verdad a los pensionistas

Ha nacido el IRP (índice derevalorización de pensiones). Un plRajoyacebo, un engañabobos con aroma electoralista. Eso es en realidad el anuncio de que el Gobierno del PP revalorizará siempre las pensiones, por lo menos un 0,25%. ¿Y si el coste de la vida sube por encima del 0,25%? Pues que el pensionista lo perderá en poder adquisitivo real. No hace falta ser Euclides para darse cuenta. Sin embargo, en el año electoral que se avecina los pregoneros del partido en el poder podrán hartarse de ventear la idea de que el Gobierno de Rajoy nunca congelará las pensiones, a diferencia de lo que hizo Rodríguez Zapatero (sólo las contributivas, pero eso se calla).

Los pensionistas siempre cobrarán más de lo que cobran ahora, eso es nominalmente cierto. Y aun así, la subida garantizada sería de dos euros mensuales para una pensión de 800. ¿Eso es una revalorización? La verdad distraída es que las pensiones quedan realmente condenadas a una progresiva pérdida de poder adquisitivo en nombre del sagrado equilibrio presupuestario. Ese es el efecto inmediato (irá ya en los Presupuestos Generales de 2014) de la derogación del mantra político-social fijado en el Pacto de Toledo, que garantiza por ley la revalorización de las pensiones al mismo ritmo,en paralelo y en la misma cuantía que el IPC (índice de precios al consumo).

El celebradísimo anuncio de que el Gobierno revalorizará las pensiones es un bote de humo para hacerse perdonar que en dieciocho meses no las ha actualizado, ha subido todos los impuestos a los pensionistas, les hace pagar medicinas y les ha quitado ayudas a la dependenciaEn cuanto al efecto mediato, se coloca en 2019, como punto de no retorno, el tajo a la deuda de la sociedad con sus trabajadores amortizados. No se puede esperar más, según los expertos (informe del comité de doce sabios, junio de 2013), en la racionalización del sistema para hacerlo sostenible. Racionalizar significa calcular la cuantía de las pensiones públicas en función de la demografía, la esperanza de vida y las disponibilidades presupuestarias. De esos indicadores también dependerá, por tanto, ese supuesto “techo” del que habla la ministra Báñezen la revalorización en tiempos de bonanza económica: la subida del IPC más el 0,25% garantizado.

En mi opinión, el celebradísimo anuncio de que el Gobierno del PP revalorizará anualmente las pensiones es un bote de humo para hacerse perdonar que en sus dieciocho meses de gestión no las ha actualizado, ha subido todos los impuestos a los pensionistas, les hace pagar medicinas y les ha quitado ayudas a la dependencia. Pero encima lo hace dando gato por liebre. Es decir, les anuncia que les va a subir las pensiones cuando en realidad se las va a bajar. Todo ello al hilo de las recomendaciones de la Unión Europea y el informe de los expertos. Rigurosos desde el punto de vista técnico, insensibles desde el punto de vista social.

La revisión de las futuras pensiones en función de la demografía, el ciclo económico y el estado de cuentas del propio sistema (gastos e ingresos) suponen una inevitable disminución del poder adquisitivo y un paso atrás de los pensionistas en la escala social. En resumen, un retroceso en el llamadoEstado del bienestar que se ha ido forjando a lo largo de nuestros últimos treinta años.

Nuevos Impuestos Comunidades Autónomas

Para sanear las cuentas de las regiones, que el año pasado siguieron rebasando el objetivo de déficit fijado por el Gobierno para cumplir con las exigencias de Bruselas, las comunidades se han sacado de la cartera un nuevo abanico de impuestos para seguir aumentando los renqueantes ingresos de las arcas públicas.

En total, según el Programa de Estabilidad, han creado 27 nuevos impuestos en 2012 y en 2013 para recaudar casi 400 millones de euros.

Los más significativos: los tributos medioambientales. Por ejemplo, se aprecia una generalización de gravámenes verdes sobre grandes superficies comerciales, instalaciones eléctricos o residuos. Esto se debe a una flexibilización de los límites establecidos en la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (Lofca)para la creación de estos impuestos, así como de varios pronunciamientos del Tribunal Constitucional favorables a su legalidad.

Además, la Junta de Andalucía ha puesto en marcha un impuesto sobre actividades del juego no presenciales. Por su parte, Asturias ha activado un impuesto sobre el patrimonio de las personas físicas, un impuesto sobre los depósitos en las entidades de crédito y un tributo sobre el juego electrónico.

En cambio, en Cataluña han apostado por la creación del Impuesto sobre estancias turísticas mientras que Extremadura ha recurrido a gravar la eliminación de residuos en vertederos y a imponer un canon de saneamiento.

Los impuestos propios únicamente suponen de media el 1,8% de los ingresos tributarios de las autonomías, según el informe Los impuestos propios de las comunidades autónomas que presentó a comienzos de año el Consejo General de Economistas y Asesores Fiscales (Reaf). Es una normativa con altos costes de control. En ocasiones, los costes de gestión supera la recaudación que se obtiene, denuncia el Reaf (ver EXPANSIÓN del 13 de julio).

Las comunidades autónomas, que aún no se han atrevido a desmontar la maraña del gasto público que han acumulado desde que empezó la crisis –según los datos del Ministerio de Hacienda, gastaron 28.000 millones de euros más en 2012 que en 2006–, sí han aprobado una amplia batería de subidas de impuestos para cuadrar las cuentas públicas.

Junto a los recortes que afectan a los empleados públicos y los cambios normativos en sanidad y en educación (dos medidas que ha tutelado el Gobierno para cumplir con las exigencias de Bruselas), las regiones han impulsado cerca de sesenta medidas en 2012 y en 2013 –exactamente 57– que aumentan la carga tributaria que soportan los contribuyentes.

Según los datos del Programa de Estabilidad 2013-2016 que presentó el Gobierno central, las comunidades han ingresado, o tienen previsto recaudar, subiendo o creando impuestos 4.000 millones de euros en 2012; 3.000 millones, en 2013; 2.000 millones, en 2014, y 2.000 millones, en 2015. Un golpe al bolsillo del contribuyente de 11.000 millones de euros (el equivalente al 1,1% del Producto Interior Bruto –PIB– de un año).

En total, todas las Administraciones van a recaudar entre 2012 y 2015 un 4,8% del PIB extra (más de 48.000 millones de euros) por medio de cambios normativos en las principales figuras tributarias, decisiones que reman a favor de la reducción del déficit público pero en contra de la ansiada recuperación económica.

Mensaje de La Razón a El Mundo: «Bárcenas y el periódico que le acoge están obligados a cortar su dinámica de diario sobresalto»

Enric Juliana (La Vanguardia): «La derecha de la derecha se la tiene jurada a Arriola desde hace tiempo, por narcótico, sedante, centrista y maricomplejines»

Los profesores de Periodismo solían repetir ese viejo mantra de «perro no come a perro», casi tan manido como aquello de «no le digas a mi madre que soy periodista, ella cree que soy pianista en un burdel». Pero volvamos a dichos caninos. Con esa frase, los docentes venían a decir que los periodistas y los medios no se critican unos a otros. Ya entonces se hacía poco creíble ese supuesto corporativismo. Ahora, casi dos décadas después, resulta evidente que los galgos y los podencos, incluso los caniches y los chow chow, tratan de devorarse unos a otros sin piedad alguna. Los artículos que desde La Razón y ABC dedican el 18 de julio de 2013 a quienes han sacado los papeles de Bárcenas son buena prueba de ellos.

Arrancamos con el periódico de la ‘disciPPlina’. Nos encontramos con Mucho ruido y pocas nueces, firmado por Iñaki Zaragüeta, donde se critica a El Mundo sin tener la cortesía de citarle por su nombre. No sólo perro come a perro, sino que se lo especia en grado extremo para que sepa a gato. El columnista de La Razón arranca:

No seré yo quien niegue el revuelo social provocado por el «caso Bárcenas», aunque ha alcanzado tan altas cotas más por efecto del altavoz mediático que de la sustancia real de lo exhibido hasta ahora. Hoy por hoy, no hay causa penal contra el presidente del Gobierno ni contra la secretaria general del Partido Popular.

Añade:

Ni Mariano Rajoy ni los hechos van a convencer a sus enemigos. Hace tres días reclamaban la comparecencia del presidente. Compareció, negó las imputaciones y ¿de qué ha servido?, de nada a pesar de decir lo necesario.

Sí, estimado lector, según Zaragüeta el registrador de la propiedad que creíamos metido a gobernante compareció para hablar sobre el caso del Señor de las Peinetas. Que se compadeció de sí mismo, es posible. Pero comparecer, que no compadecer, no es algo que haya hecho. Al menos, en opinión de este humilde lector de columnas, su respuesta a la pregunta del redactor de ABC no puede ser considerada una comparecencia para tratar el feo asunto que más páginas de periódicos ocupa desde hace semanas.

Lanza una exigencia al periódico de Pedrojota Ramírez:

Bárcenas y el periódico que le acoge están obligados a cortar su dinámica de diario sobresalto. La nación y la situación de los españoles no lo permiten. Ni de cara al exterior ni al interior.

Ramón Pérez-Maura, adjunto al director de ABC, escribe en el diario madrileño de Vocento una columna con el irónico título de Periodismo de investigación:

Hemos sostenido reiteradamente que que el llamado «periodismo de investigación» en España consiste, casi sin excepción, en esperar a que alguien deposite en tu buzón algún documento comprometedor para un tercero y cuya difusión beneficia de una u otra forma al remitente. Afortunadamente, en el caso Bárcenas esto es tan escandalosamente evidente, que el pudor ha triunfado al fin y el supuesto «periodismo de investigación» no ha sido invocado en este caso. Vergüenza torera, se llama la figura.

Presenta argumentos que, según él, desmienten los papeles del ex tesorero del PP. Nos quedamos especialmente con este:

Cuando era gerente [Bárcenas] demostraba un deslumbrante europeísmo, rayano con el Alcide de Gasperi, pagando en euros cuando la moneda no estaba en circulación todavía.

Al margen del detalle erudito de citar al padre de la democracia cristiana italiana, estamos ante uno de los manteas de la llamada ‘brigada del aplauso’. Y no por muy repetido es cierto. Este humilde lector de columnas ha revisado una y otra vez los papeles publicados por El Mundo (y también las fotocopias de las fotocopias de El País), y se ha encontrado con que la supuesta contabilidad B empieza a registrarse en euros en 2002, año en el que empezó a circular la moneda común. Pero hay más, incluso aunque las cuentas estuvieran en euros uno o dos años antes no pasaría nada. El cambio fijo peseta-euro se estableció tres años antes y, desde ese momento la divisa europea pasó a ser moneda contable aunque no existiera de forma física.

La carga contra El Mundo continúa:

Pero cuando se tiene una estrategia establecida, no permitas nunca que la verdad te estropee un buen titular, que decía un hipócrita fungiendo como periodista. Una vez que ya se ha conseguido colocar a un abogado de confianza llevando el caso, lo que urge hacer es sacar el mayor rédito posible a la posición de ventaja adquirida.

Cual Raúl del Pozo, mete en la columna de opinión una información que le han filtrado:

Cuando el pasado lunes terminó a las cuatro de la tarde la declaración de Luis Bárcenas ante el juez Ruz, Javier Gómez de Liaño no volvió a su despacho o se fue a su casa. No. Se fue a la calle Cardenal Marcelo Spínola, al domicilio de uno de los más altos cargos de la redacción de un diario, que tuvo que bajar personalmente a franquearle el acceso a la finca ante la ausencia del portero. Hay testigos de estos hechos.

Mejor que citar la calle, podría haberse mojado de verdad y haber dicho de qué «alto cargo» de la redacción de un periódico se trata. ¿Pudiera ser el padre de esa periodista a cuya boda en Nueva York acudió el propio Pérez Maura?

Concluye:

Con unas fuentes tan relevantes, y aunque sean una «mijita» parciales, se construye una verdad incuestionable. La palabra de Bárcenas, aunque haya hechos que la descalifican abrumadoramente, tiene más valor que la de los que él quiere imputar. Y lo tiene porque es el ariete que algunos necesitan para derribar este Gobierno. Que es lo único que en verdad cuenta. Porque a algunos la verdad les importa una higa.

Dejamos, por el momento, todo lo que tiene que ver con Luis Bárcenas y Mariano Rajoy para visitar Andalucía teniendo como guía a uno de los periodistas que mejor conoce la política de dicha comunidad autónoma. Ignacio Camacho firma, también en ABC, El perol:

El Partido Socialista siempre tendrá el honor democrático de haber sido el pionero en España de las primarias para elegir candidatos institucionales. Pero este reconocimiento incuestionable queda empañado por el recelo que los sucesivos aparatos de dirección han mostrado hacia el único instrumento político capaz de desafiar su hegemonía.

Tras un par de ejemplos, entra en materia socialista andaluza:

Hasta ahora los relevos en la Junta se habían producido por simples dedazos en mitad de legislatura, pero Griñán ha querido revestir su sucesión con un tosco disfraz de libertad interna. Más que unas primarias, ha organizado una farsa propia de la democracia orgánica. Ni los tiempos ni las condiciones reglamentarias permitían una confrontación igualitaria, plural y libre que pudiese poner en riesgo el delfinato de Susana Díaz.

Añade:

El rasgo más conocido de la protegida de Griñán es su decidida contundencia para la purga de adversarios. Una firma a favor de otro aspirante equivale en caso de derrota a un certificado de defunción política, al autoexilio en una organización diseñada como una inmensa máquina de repartir poder.

Concluye:

Griñán no quería primarias; deseaba una demostración de poder, una humillación de sus críticos. Pero la podía haber realizado entronizando directamente a su favorita sin subvertir la legitimidad y la limpieza de un proceso que ha malversado con ventajismo abusivo.

Volvamos ahora al caso Bárcenas, aunque desde una óptica totalmente diferente. Nos encontramos con dos columnas, en periódicos distintos, donde se comenta el ‘dejar que las cosas se calmen solas’ que parece ser el lema de Rajoy. El primero de ellos, tituladoEl arriolismo y publicado por Enric Juliana en el diario del conde de Godó y Grande de España convertido en independentista catalán, se centra en el papel del asesor áulico de los dirigentes del PP. El de La Vanguardia arranca con unas ínfulas literarias un tanto kirsch:

El arriolismo es un marinero tumbado en una litera, observando como una mujer oriental, Flor de Loto, enciende la pipa de opio. El marinero expira e inspira y de golpe el mundo se detiene y todo lo malo que aparece en las encuestas es un lío que se va desvaneciendo.

Repasa el papel de Pedro Arriola junto a Aznar y después pasa a lo que aprendió de los atentados del 11-M y su aplicación junto a Aznar:

España sigue siendo un país ligeramente virado a la izquierda, en el que el Partido Popular debe hacer tres cosas para ganar las elecciones: evitar los frentes que más fácilmente puedan movilizar el voto de centroizquierda; mantener intacta la marca de Partido Alfa de la economía; y coagular los sentimientos nacional-españoles cada vez que los catalanes y los vascos -especialmente, los catalanes- tiren de la cuerda y no se avengan al dictado.

Define lo anterior como un «pragmatismo sociológico» del gusto de Rajoy. Añade:

El presidente toma arriolas.

Sigue:

La derecha de la derecha se la tiene jurada desde hace tiempo, por narcótico, sedante, centrista y maricomplejines. Estos días sus honorarios aparecen en la contabilidad B de Bárcenas. Honorarios altos.

Concluye:

Arriola ha aconsejado a Rajoy atravesar el pasaje Bárcenas con los faros semiapagados y ahora en la Moncloa y en el Partido Popular se dan cuenta de que había demasiada adormidera en la pipa. La prensa internacional ha detectado una buena historia en España (realmente lo es) y la RAF -la potente prensa económica anglosajona- acaba de localizar un apetitoso objetivo PIG en ese sur de Europa que tanto ama.

En un tono muy distinto, Manuel Jabois también comenta en El Mundo el Ante todo mucha calma de Rajoy ante el caso del Señor de las Peinetas:

El lema del escudo de armas de la carrera política del presidente es célebre, obra de otro gallego, Camilo José Cela, que dejó dicho que en España el que resiste, gana, si bien no contaba con que a su muerte resucitaría, al tercer día, la viuda. En lo peor de la crisis Rajoy aconsejaba a sus ministros que tuviesen calma, que no leyesen tanto la prensa, pues lo alarmaba todo, y que había que tener paciencia y resistir. Ese verano, tras saber que sus familiares recibieron algunos reproches de vecinos de Sanxenxo, envió desde Madrid un par de SMS en el que les pedía estar tranquilos y aguantar.

Añade:

La publicación de los mensajes con Bárcenas abunda en la sedación lingüística, la anestesia verbal enormemente fructífera en momentos de pánico. «Podrán quitarme todo», dirá sentado sin mover un músculo ante la magnitud del escándalo, «pero nunca me podrán quitar la tranquilidad». Sobre esta estrategia de comunicación, esta postura tan perfectamente descifrable que dispara todas las conjeturas, ha construido Rajoy sus éxitos; victorias desde paciencia como la de Indurain, que pedaleaba al mismo ritmo mientras le atacaban a izquierda y derecha y no osaba nunca levantarse del sillín, pues su molinete rendiría a los demás.

Concluye:

Para superar ocho años sin poder se aplicó la letanía que trató de aplicar con Luis Bárcenas («al final la vida es resistir», «tranquilidad, es lo último que se puede perder» y «sé fuerte») con la salvedad de que al contrario de lo que ocurrió con él mismo, político de expectación itinerante, Bárcenas era un hombre hundiéndose con cemento en los pies; pedirle pachorra fue un error de cálculo. Y no el único. «Yo tengo pocas virtudes», dijo a Diario de Pontevedra en 2009. «Una de ellas es la capacidad de distinguir, aunque a veces me equivoque. En política, como en cualquier faceta de la vida, distinguir entre personas es muy importante». Fue un año después de nombrar a Bárcenas su tesorero.

Dirigir un Gobierno es Como Dirigir una Empresa

Yo siempre he pensado que dirigir un Gobierno es como dirigir una empresa. Pero como mucha gente dice que no y pienso que ellos saben, no lo digo muy alto, para que no me tachen, una vez más, de ignorante.

Lo que pienso es muy simple:

En la empresa hay un número uno, con el nombre que queráis: presidente ejecutivo, CEO, consejero delegado, director deneral…

En el Gobierno hay un señor que dirige, cuyo título es ese: presidente del Gobierno.

Si yo soy accionista de la empresa de la que estoy hablando, exijo al responsable que la dirija bien. En este caso, que el precio de venta de lo que vende sea mayor que el coste, y que esa diferencia sirva para pagar todo lo que haya que pagar, y, una vez liquidados los impuestos, yo pueda llevarme algo a casa y dejar el resto en la empresa, para  que no se descapitalice. Una empresa, así, va bien.

Es posible y frecuente que esa empresa necesite que los bancos le presten dinero. Los bancos, o la familia o los amigos de los accionistas, que se fían del responsable y le prestan dinero. (Cuando Ruiz-Mateos necesitó dinero, mucha gente se fió de él y se lo prestó. Luego, la cosa no salió bien, pero como ejemplo, sirve).

La empresa controla la deuda, porque habrá que devolverla algún día y, además, habrá que pagar intereses; y, si se debe demasiado, las cosas pueden estropearse para la empresa, para sus empleados, que pueden irse a la calle, y para mí y otros como yo, que hemos puesto dinero allí.

El que dirige la empresa la organizará de algún modo, siempre en función de lo que quiera conseguir: si quiere exportar pondrá un director de exportación, si quiere que los sistemas y los procesos funcionen bien pondrá un director de eso, etc. Si la empresa tiene muchos productos y mercados distintos, descentralizará. Si es al revés, centralizará. Pero siempre, cuando descentralice, procurará que haya una filosofía común y que todos se sientan partes de un todo y no versos sueltos que, al fin, ni poema ni nada.

Esto de la organización puede tener un problema. Lo he contado alguna vez. Cuando yo trabajaba en el IESE, asistí a una clase que daba otro profesor. El tema era Estructura de Dirección. El profesor fue dibujando en la pizarra un organigrama lleno de cuadritos. Dibujando y dibujando, llenó la pizarra. Y preguntó: “¿qué os parece esta estructura para la empresa que estamos estudiando?”. Hubo intervenciones de todo tipo. Uno de los asistentes se fijó en la figura del director general y dijo: para dirigir una empresa con esa organización hay que tener carisma”. En aquel momento, otro, que normalmente estaba callado y que parecía que no se enteraba, dijo:¡’carisma, carisma´ es esa organización, con tanta gente mandando!”.

Todos nos reímos. Él, no. Porque quizá no sabía lo que era carisma y entendió que se hablaba de que la organización era carísima, pero nos estaba transmitiendo un mensaje muy serio: como montemos una organización con cientos de cuadritos y, dentro de cada cuadrito, una persona que cobre su sueldo, los gastos fijos serán enormes y como los gastos fijos se pagan con la diferencia entre lo que se vende y lo que cuesta lo que se vende, o subimos precios o bajamos costes… O bien, cambiamos la estructura y nos dejamos de fantasías, que los tiempos no están para fantasías.

Exijo al que dirige mi empresa que haga equipo, porque un reloj con unas agujas preciosas, que cada una decida ir por su cuenta, la grande para adelante, la pequeña para atrás, etc., hará muchas cosas y muy bonitas, excepto una: dar la hora.

En España somos unos cuantos millones de accionistas que hemos elegido a unos señores para que nos gobiernen. Hemos elegido a estos porque nos parecía que lo harían mejor que los otros. Y se han puesto a trabajar, hace un año y medio, más o menos.

La situación es complicada, como le ocurre a cualquier empresa que tiene mucha competencia, que tiene algún producto que ya no se vende porque se ha pasado de moda, etc.

El director general de mi empresa, a la que podíamos llamar España, Inc., nombre nada original que ya se les ocurrió a los japoneses hace tiempo, intenta poner en orden las cuentas, que el anterior director general se las dejó un poco liadas.

Poner en orden siempre es doloroso, porque a todos nos gusta un poco la jarana, que es muy divertida, pero que luego hay que pagar.

Y, además, resulta que la empresa no es independiente. Es una filial de una multinacional, y, por mucho que grite el Director General, se calla cuando habla el Presidente de la multinacional.

En la empresa, el director general lucha por formar equipo, y, además, por intentar sacar de todos lo mejor que llevan dentro, porque un equipo cohesionado e ilusionado funciona mejor.

Si el director general tiene un consejo de administración por encima de él, al que tiene que rendir cuentas, es bueno que también el consejo forme un equipo cohesionado, porque si cada uno va a la suya, suceden dos cosas: que acaban no pensando en la empresa, sino en sí mismos, y que le vuelven loco al director general, que se pasa el día templando gaitas en vez de hacer lo que tiene que hacer: vender y ganar dinero.

Hace años, yo estuve en un consejo en el que había dos bandos: los buenos (nosotros) y los malos (ellos). La cantidad de tiempo que perdíamos preparando planes para arrollar al equipo contrario hacía que se nos olvidara para qué estábamos allí.

Y cuando se olvida una cosa tan importante, los accionistas y los empleados tienen derecho a insultarte, porque lo que estás haciendo es una injusticia.

Si el director general anterior sigue yendo por la empresa porque es amigo del portero del edificio y le sigue dejando pasar, y en vez de sonreír a todos, tomarse un café con uno, cotillear un poco -lo justo- con otro e irse al cabo de 15 minutos, se dedica a distraer a todos y a decir que antes, cuando él estaba, qué bien iban las cosas, mientras que ahora, que no está, qué mal van las cosas, un día se encontrará con que han cambiado de portero y que el nuevo portero del edificio tiene una lista de personas non gratas, encabezada y finalizada por él, porque non grato sólo hay uno, él, y que le piden por favor que se vaya a tomar café al bar de enfrente, donde tiene todo pagado.

Nuestra empresa, España, Inc., está en una situación difícil. Como todas. Nos han despertado de un sueño, que era eso: un sueño.

Y cuando te despiertas de un sueño, en el que todo era de color de rosa y te casabas con la guapa, resulta que descubres que todo sigue siendo como siempre, o sea, gris rosáceo, y que no te casas.

Ahora, el consejo de España Inc. tiene que apoyar al director general.

Y los accionistas, también. Hubo accionistas, muchos, que no le eligieron, pero lo de la democracia tiene esas cosas: que unas veces ganas tú y otras veces gana el otro.

Dicen que el Estado es diferente de la empresa. Puede ser, porque en una empresa no se toleraría la rebelión de los empleados, varones o hembras, exigiendo cada uno sus derechos y olvidando alguna obligación que otra. No se admitiría que hubiera uno -he dicho uno, no dos o tres: uno- que metiera la mano en la caja y si hubiera uno -he dicho uno- en esa situación, primero se le echaría a la calle y luego se discutiría si el despido era procedente, improcedente o mixto. Y la discusión se podría alargar lo que se quisiera. Pero el tipo ese, a la calle.

En España, Inc. tenemos deudas, casi un millón de millones, como lo que producimos. O sea, somos una empresa que produce un millón y debe un millón (de millones, claro). Pues ya se ve que igual nos podemos endeudar más, pero que mejor que no.

¿Bajar los impuestos? Me encantaría, porque si bajamos los impuestos, las empresas se animan, empiezan a trabajar, a ganar dinero y los impuestos se reaniman, porque hay más empresas pagando.

Me parece fenomenal, pero no sé si podemos, porque si bajan los impuestos, bajan hoy y si se recuperan las empresas, es mañana y de hoy a mañana ha aumentado el déficit, y lo que hemos ganado lo perdemos, y hay que financiar ese déficit unos meses, o algún año que otro. Y más recortes, y más deudas, no, por favor.

Sigo con mis ideas fijas. La Administración pública, el modelo de Estado, el comportamiento de la Administración central y de cada una de las 17 comunidades autónomas más Ceuta y Melilla. Veo que poco a poco van metiendo la tijera. Lo de los ayuntamientos pequeños, quitándoles competencias para dárselas a las Diputaciones, me parece un procedimiento para resucitar a estas últimas. Igual será bueno, pero tampoco estoy seguro. Es que no estoy seguro de nada.

Y de ahí deduzco que Rajoy y sus ministros tampoco están seguros de nada. Ni la oposición. Ni los partidos periféricos, que gritan, mientras sus autonomías siguen viviendo del FLA, o sea, de los ‘hispabonos’.

Y por eso, pienso: ¿por qué no dejamos dirigir España a los que hemos elegido para dirigir España?

José María Aznar siempre me ha caído muy bien. Ana Botella, su mujer, alcaldesa de Madrid, aún me cae mejor. Pero Ana, por favor, dile a José María que ahora no es el momento de hablar. Que seguro que, si volviera, lo haría bien. O no. Como todos.

Que lo estamos pasando mal, sí. Que esto no es la ‘purga Benito’, también. (Te purgas y ya está). No. Esta es una purga dolorosa y larga. Pero dejemos que gobierne el que gobierna, que para eso le pagamos el sueldo. Es verdad que todos llevamos un seleccionador nacional dentro. Todos sabemos a quién hay que poner en el equipo nacional. Pero, al final, el único responsable hoy se llama Vicente del Bosque.

Pues hoy, el único responsable se llama Mariano Rajoy, que está emparedado entre la presidenta de Europa, Inc. y los accionistas de España Inc.

Me parece muy bien que la oposición se oponga, que para eso está. Con cabeza, como es natural, porque muchas veces  las oposiciones se oponen sin cabeza y dicen tontadas.

Pero que se opongan los de tu familia, y, además, en público, me parece muy triste. Porque no ayudan nada. Porque si te callas, los periódicos dicen que Rajoy se muestra indiferente con Aznar”.

Y como los de tu equipo también hablan, en seguida la hemos liado y vuelve a estar en marcha ese gallinero que es cualquier partido político que se precie. (No sé de qué se precian, pero se precian).

Empecé el artículo hablando de si el Gobierno de un Estado era como el de una empresa o no. Sigo sin aclararme. Pero, mientras me aclaro, he llegado a dos conclusiones:

1.- El Gobierno del Estado tiene mucho que aprender del gobierno de las empresas.

 

2.- El gobierno de las empresas no tiene nada que aprender del Gobierno del Estado.

 

Falta de Democracia, Comportamiento Vil y Despreciable

Da igual la tertulia que sea, en radio o en televisión, o la columna de opinión de cualquiera de los legionarios mediáticos de la izquierda… El mensaje siempre es el mismo: el Gobierno del PP ha mentido, está conduciendo a los ciudadanos a la miseria, luego está deslegitimado para gobernar y los ciudadanos están legitimados para protestar en la calle e, incluso, para escrachear a los diputados y otros cargos públicos del PP. Los argumentos que desde los despachos de prensa de la calle Ferraz se pasan a los tertulianos afines parten de una premisa que es cierta: La situación económica ha empeorado y eso ha elevado los niveles de miseria. Negar lo contrario sería absurdo, pero por supuesto olvidan esos argumentos que toda esa miseria no se ha generado bajo el Gobierno del PP, sino que este la ha heredado del anterior Ejecutivo socialista.

Pero da igual, para los objetivos del agit prop hay que mentir o, al menos, ocultar una parte sustancial de la verdad. De ese modo se llega a una conclusión evidente: el Gobierno lo está haciendo muy mal, ha perdido el apoyo de la mayoría social y eso se demuestra en la calle y en las encuestas, luego el Gobierno tiene que irse. En el fondo no es más que la misma reducción al absurdo que hace la izquierda cada vez que la derecha llega al poder, y tiene que ver con esa patrimonialización del mismo que hace la izquierda en nuestro país bajo la premisa falsa de que la derecha ya ha gobernado durante cuarenta años y ahora les toca a ellos, por lo que, realmente, la democracia sólo es tal cuando es la izquierda la que llega al poder.

Y como faltan tres años para que acabe esta legislatura y se convoquen nuevas elecciones, y en ese tiempo se corre el riesgo de que se dé la vuelta a la tortilla y al PP empiecen a irle bien las cosas, con el riesgo evidente de que vuelva a ganar las elecciones, hay que acabar con esto cuanto antes, aunque sea por la vía de la ocupación de las calles, que es un recurso muy efectista. Efectista, sí… pero también antidemocrático, vil y despreciable. Me explico. Es evidente, y jamás se me ocurriría a mí decir lo contrario, que la gente tiene todo el derecho del mundo a manifestarse, a protestar cuando considera que una situación es injusta o cuando tiene problemas que quiere que el Gobierno resuelva, o simplemente porque al personal le da la gana y punto. El derecho de manifestación está recogido en nuestra Constitución y nadie lo pone en duda.

Lo antidemocrático viene cuando el derecho de manifestación se manipula de manera consciente para deslegitimar el resultado de las urnas. Los apóstoles de la deslegitimación la defienden con el argumento ramplón de que el PP ha engañado porque no está cumpliendo su programa

Y si lo estuviera cumpliendo se inventarían otra cosa. No deja de ser sorprendente que les preocupe a ellos que el PP no cumpla un programa que no han votado. A quien debería preocupar ese extremo es a los votantes del PP, y las reglas del juego democrático dicen que si el Gobierno no cumple sus promesas, los ciudadanos juzgan en las siguientes elecciones. En cualquier caso, sobre la base de esa premisa no se salvaría ningún Gobierno y, al final, los programas son meras guías pero lo que realmente exige la sociedad a un Ejecutivo es que responda adecuadamente a los problemas. Si lo hace bien se le vuelve a votar, y si lo hace mal no, pero para eso hay que esperar el tiempo que sea necesario porque en eso consiste el ejercicio democrático de la elección.

El dominio de la troika

No contentos con ese argumento, el siguiente es todavía más espeluznante: hay que acabar con el Gobierno porque está dominado por la troika. Y eso ya es el colmo, teniendo en cuenta que precisamente este Ejecutivo ha conseguido alejar el fantasma del rescate. Pero es un hecho que los españoles hemos querido estar en Europa y eso conlleva unos compromisos, y lo cierto es que el expediente por déficit excesivo no se le abrió a este Gobierno, sino al anterior… Lo asombroso es que los mismos que recurren a estos peregrinos argumentos para cuestionar el sistema democrático como forma, a su vez, de descabalgar al PP del poder, son los mismos que aplauden hasta con las orejas el ejemplo bochornoso de democracia bananera de Venezuela como si aquello fuera la panacea universal.

Es vil porque se recurre a la mentira. Lo estamos viendo en el caso de los dos asuntos que ahora mismo son utilizados por la izquierda para atacar al Gobierno:desahucios y preferentes. Se miente en las cifras, y se ocultan a la ciudadanía hechos esenciales como, por ejemplo, que ambas situaciones han sido heredadas por el actual Ejecutivo, que además está adoptando las legislaciones más proteccionistas de toda Europa en ambos casos. La legislación contra los desahucios está todavía en tramitación, pero en el caso de las preferentes el Gobierno ha adoptado una medida, la del arbitraje, que va a conseguir que la gran mayoría de los preferentistas que lo han sido producto de un engaño recuperen el cien por cien del capital invertido. ¿Creen ustedes que los amigos de las plataformas les han contado esto a aquellos a quienes supuestamente defienden? Ni por asomo. Se les miente diciéndoles que el Gobierno les va a quitar todo su dinero para salvar a los bancos, y eso es rotundamente falso y vil.

Y despreciable. Lo es porque se utiliza a gente que lo está pasando mal, muy mal, que además en muchos casos carece de la suficiente formación para poder reflexionar por sí mismos sobre el modo y la manera en que se les está manipulando con un fin político. Ni a los de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, ni a los de la Plataforma de los Afectados por las Preferentes les importan un comino aquellas personas a las que dicen defender… Sólo les interesa el fin político de echar al Gobierno del poder. Es más, los desahuciados o la gente que lucha por recuperar su dinero de las preferentes son daños colaterales, y cuantos más haya mejor, porque mayor será el impacto mediático de su lucha por el poder.

Es la socialización del sufrimiento… La izquierda lo ha utilizado siempre como estrategia. La extrema izquierda lo llevó al límite en el País Vasco, pero es más de lo mismo: a mayor sufrimiento, mayor capacidad de lucha. Pues bien, en esto es en lo que estamos, en ese tablero se está jugando la supervivencia del sistema. La izquierda radical lo tiene claro y sabe cuáles son sus cartas. Lo que no sé es a qué cartas está jugando un partido que se supone debería tener sentido de Estado y tendría que estar del lado de la razón y del sentido común defendiendo aquello que tanto nos ha costado conseguir. Puede que sea sólo un problema de liderazgo, pero creo que el PSOE tiene algo más que eso: tiene un problema de identidad.

La dación en pago universal “triplicaría” la morosidad hipotecaria

Según la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) la dación en pago universal y retroactiva triplicaría la actual tasa de morosidad hipotecaria, que se situaría entre el 8 y el 10%, frente al 3,5% actual. El número de hipotecas cuyo importe ya supera el valor de la vivienda asciende a medio millón y, por tanto, el porcentaje de hogares susceptibles de acogerse a esa medida oscilaría entre el 3,5 y el 4,6% del total.
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Según un estudio de María Romero, de Analistas Financieros Internacionales, las consecuencias de esa medida para el mercado hipotecario serían, además del ya mencionado repunte de la morosidad, un aumento del número de viviendas acumuladas en los balances de las entidades financieras, lo que supondría una reducción de sus resultados (porque tendrían que incrementar sus provisiones) y un endurecimiento de las condiciones crediticias a las familias, lo que podría dificultar el acceso al crédito y la compra de vivienda.

157.000 hogares podrían acogerse a la moratoria
La autora realiza, además, un cálculo del número de familias que podrá acogerse a las medidas ya aprobadas por el Gobierno el pasado mes de noviembre, que contemplaban una moratoria de dos años en los desahucios para las familias con especiales dificultades. El Real Decreto Ley establecía una serie de requisitos para poder acogerse a esa moratoria, entre los que figuran el nivel de ingresos del hogar, el que haya sufrido en los últimos cuatro años una alteración significativa de sus circunstancias económicas, que la cuota hipotecaria suponga más del 50% de sus ingresos y que se trate de un crédito que afecte a la única vivienda en propiedad. Según el análisis, 157.000 hogares (un 0,9% del total) cumplirían estos requisitos y, por tanto, podrían acogerse a la moratoria.

Plataforma Antidesahucios

Me quiero referir a esa dinámica que han puesto de moda algunas organizaciones españolas para cantarle las cuarenta a nuestros políticos ante el drama de los desahucios, la trampa de las Preferentes, las hipotecas abusivas… Motivos no faltan, la verdad.

No me pareció mal al principio. Al contrario. Soy partidario de que esta sociedad debe     hacerse escuchar, debe liberarse de intermediarios y hacer sentir a la clase política que está muy harta de abusos, atropellos e indecencias. Magnífico.

Rajoy

Sin

embargo, de un tiempo a esta parte ando algo perplejo. Resulta que sólo veo acoso a dirigentes del Partido Popular. Lo merecen, sin duda.

Están en el Gobierno y les toca remediar en lo posible el desaguisado. Pero esto sería razonable si los culpables de los desahucios, por ejemplo, fueran únicamente ellos. Y no es así.

Quiero hacer hincapié en una noticia publicada por el Diario El Mundo, que el  21 de noviembre de 2007, cuando Carme Chacón era ministra de Vivienda. «Chacon dice que Madrid tendrá, desde 2008, seis Juzgados para agilizar los desahucios»

O sea, que el problema de los desahucios no lo inventó el PP. Sin embargo, el PSOE no levantó entonces la indignación ‘espontánea’ de este pueblo llano que dirige Ada Colau, a pesar de que aquel Ejecutivo que lideraba Zapatero legisló conscientemente a favor del drama.

Ni se vieron protestas entonces, ni se ven ahora. No hay ni un sólo Policía Nacional en la sede del PSOE en la calle Ferraz en Madrid. Ni uno. No es necesario: allí siempre hay calma chicha.

PUESTA EN ESCENA DEL 29S

¿Qué sucede cuando surgen estas incoherencias? Que uno se pone a buscarle tres pies al gato. Es irresistible entonces empezar a ver confabulaciones detrás de cada esquina.

¿Y si esto de los asedios al PP estuviera dirigido por la izquierda política española para ejercer una oposición pública discreta, que no es capaz de llevar a cabo en el parlamento?

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¿Y si todo esto de la Plataforma Antidesahucios no fuera sino simple y pura agitación y propaganda, al estilo Goebbels, que tan bien saben organizar algunos? No sería la primera vez que sucede, ¿verdad?

Esta Plataforma ha conseguido un hito en su Iniciativa Legislativa Popular, consiguiendo 1.500.000 firmas, pero está perdiendo legitimidad , con los acosos que están llevando a cabo, denominados, horriblemente  “escrache”, palabreja que no quiero usar.

Por otra parte, como es usual en estos tipos de movimientos, no tienen la «formación» necesaria, para ver lo que sus pretensiones pueden tener en la realidad. Así, no es de recibo que se pretenda el carácter retroactivo, dado que, por ejemplo, las actuales hipotecas, sirven de

garantía a productos financieros emitidos por las Entidades y de aplicarse, tendríamos

otro síndrome, similar al de la Preferentes.

Yo, donde he podido hablar o escribir y de hecho está en el Programa Político del Partido

en Cilusel que milit

o (CILUS) http://www.ciudadanoslibresunidos.org, estoy t

otalmente de acuerdo en que exista, a futuro, la Dación en Pago de las Viviendas, que ya existe en nuestro O

rdenamiento Jurídico, pero no implicando solamente a las Entidades Financieras, sino que hay que hacerlo

extensivo a las Sociedades de Valoración y otros agentes que intervienen en las H

ipotecas.  Esto, necesariamente, r

edundará en una contracción del crédito, pues no se deberá conceder un Préstamo, cuya cuota de amortización supere el 30 ó 33%, máximo del dinero líq

u

ido del que disponga el Prestatario. De ponerlo en practica, también va a caer el montante d

el Préstamo a conced

er, ya que habrá que olvidarse el conceder porcentajes que se han acercado al 100%, del valor de la vivienda y, en algunos casos, a veces, se ha superado.

La solución que se me ocurre es el fomento de las viviendas de alquiler y si son de Protección Oficial, mejor, ya que, actualmente, es mas rentable el alquiler de este tipo de viviendas, que la compra.

Espero y deseo que llamemos a la «cordura» y llevemos una convivencia pacífica, aportando, cada uno en la medida de sus posibilidades, ideas a la «sangrante» situación en que viven muchas familias, entre las que se encuentran los afectados por las hipotecas.

Saludos

Impuesto Sobre el Valor Añadido

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El impuesto sobre el valor añadido (IVA) fue el “evento fiscal del siglo XX”. Apareció en Francia en los años 60 y en menos de 40 años se ha extendido por más de 150 países. Las razones de este éxito son económicas. El IVA es la forma más efectiva de recaudar impuestos sin perjudicar la productividad de un país. Además, es un impuesto barato para el Estado porque se gestiona, declara, calcula y paga por el contribuyente. Y como el IVA se paga en cada eslabón de la cadena productiva, el fraude fiscal en un mercado interno es prácticamente nulo. En resumen, el IVA es rentable, efectivo, difícil de defraudar y con pocos efectos negativos sobre la economía. ¿Qué más se le puede pedir a un impuesto?

El martes pasado, la Comisión Europea recomendó a España aumentar la recaudación del IVA a partir del año que viene. Después de subir este impuesto cinco puntos en poco más de dos años, la mayoría de españoles se habrá quedado con cara de pocos amigos. Este artículo explica las razones de la Comisión para hacer esta recomendación y los cambios que debería hacer España para mejorar el rendimiento de su recaudación por dicho gravamen.

La efectividad del IVA en un país se mide comparando la recaudación total del impuesto con lo que se habría recaudado gravando todos los productos al tipo general. El llamado ratio de ingresos por IVA (VRR, por sus siglas en inglés) mide esta proporción y es aquí donde España suspende con mala nota. Nuestro ratio de IVA es el tercero por la cola entre los 34 países de la OCDE y el último en la UE. Esta es la justificación de la Comisión Europea y del BCE para recomendar su subida en determinados productos. Aunque la Comisión no lo incluya en su informe, la teoría dice que las ampliaciones de la base imponible al tipo general deben ir acompañadas de bajadas de otros impuestos a las rentas más bajas, de manera que se compense la regresividad del impuesto.

El IVA se debería subir en productos cuyo precio no altere la demanda y estos son, mal que nos pese, los bienes básicos. Las familias garantizan un consumo estable de bienes como alimentos y productos farmacéuticosLos tipos reducidos de IVA están pensados para compensar a las familias con menos recursos. Sin embargo, las rentas más altas son las que más se benefician de estos tipos reducidos porque son las que más consumen. El dinero que los ricos se ahorran en productos con tipos reducidos es dinero perdido para el Estado. La alternativa consiste en gravar más productos al tipo general y compensar a las rentas más bajas por otros medios, por ejemplo, reduciéndoles los tipos de IRPF.

Pero expliquemos esto de forma más práctica. Pongamos de ejemplo una persona con 50.000 euros de renta frente a una con 8.000. La primera consume 100 euros al mes en productos con un tipo de IVA, digamos, del 4%. La segunda consume 40 euros mensuales en esos mismos productos. En este caso, el Estado está perdiendo 17 euros en los productos que compra la persona con la renta más alta. La renta más baja, por su parte, recibe una subvención de 6,8 euros.

Costes políticos

Ahora imaginemos que gravamos todos esos productos al 21%. El Estado recaudaría 23,8 euros más de lo que recaudaba antes. Después de compensar con 6,8 euros a la renta más baja a través del IRPF, tiene un saldo final positivo de 17 euros. En la práctica, existen más variantes y costes políticos difíciles de solventar, pero este esquema se está extendiendo en todos los países desarrollados.

Una vez asumido que el IVA es el menos malo de los impuestos y que España debe ajustar su diseño fiscal para hacerlo más efectivo, la siguiente cuestión es decidir qué productos pasan del tipo reducido al tipo general. Todas las subidas de impuestos tienen un coste. El reto consiste en elegir la reforma que optimice esos costes atendiendo a las necesidades de nuestro país, principalmente el paro y la desaceleración económica.

Mucho se habla sobre mayores subidas en el sector de la hostelería. Sin embargo, existen dos razones que van en contra de esta propuesta. En primer lugar, la demanda en estos servicios es especialmente sensible a la subida de precios, son productos con mucha elasticidad del consumo respecto al precio. En segundo lugar, la hostelería y restauración son sectores que necesitan un índice alto de mano de obra para obtener el producto -hablamos de mano de obra poco cualificada-. El resultado de subir el IVA en este sector sería una subida desproporcionada del paro en personas especialmente difíciles de recolocar.

Teniendo en cuenta las sugerencias de la CE y la tendencia a ampliar la base imponible en la UE, podríamos prever que España volverá a subir el IVA en 2014. Los candidatos estrella son los tipos reducidosEl IVA se debería subir en productos cuyo precio no altere la demanda y estos son, mal que nos pese, los bienes básicos. Las familias garantizan un consumo estable de estos como alimentos y productos farmacéuticos, y sólo después se permiten otros bienes más lujosos. De este modo, aumentar la cesta de alimentos sujetos al tipo general generaría mayores ingresos para el Estado sin afectar al empleo. No nos olvidemos de que estas medidas deben ir acompañadas de compensaciones en el IRPF para las familias más pobres. Esto es importante ya que, de lo contrario, los perjuicios sociales vendrán de la desigualdad en vez del desempleo.

Los siguientes productos que se deben sujetar al tipo general son los libros y otras publicaciones. No cabe duda de que el uso de estos bienes se debe fomentar entre la población, pero no es menos cierto que el gravamen que nos ocupa no es el mecanismo adecuado. Diversas simulaciones en multitud de escenarios demuestran que su subida en estos productos no reduce el consumo ni aumenta el desempleo. Sin entrar en las necesidades particulares de España, cualquier país debería recaudar todo el IVA en estos productos y fomentar su consumo por otras vías. Por ejemplo, reinvirtiendo el IVA adicional que se cobra por cada libro en créditos a la industria editorial.

Una razón más para ampliar la lista de bienes sujetos al tipo general es la reducción de costes para las empresas. Cuanto menor es la lista de tipos reducidos, más simple es la gestión y menores los costes administrativos. El sector de la alimentación sería el principal beneficiario de este ahorro. Esto ayudaría a disminuir los costes de gestión del IVA en España, ya de por sí elevados por el número de declaraciones. Una gran empresa que realiza operaciones intracomunitarias debe presentar 25 declaraciones al año, cuando lo normal en Europa son 8.

Teniendo en cuenta las sugerencias de la Comisión y la tendencia a ampliar la base imponible en la Unión Europea, podríamos prever que España volverá a subir el IVA en 2014. Los candidatos estrella son los tipos reducidos, con posibles subidas en alimentos, publicaciones, medicinas y, posiblemente, restaurantes. Lo normal es que estas alzas fueran acompañadas de bonificaciones u otras compensaciones fiscales para las rentas más bajas. A pesar del coste político por el rechazo que suelen provocar en los ciudadanos las subidas de IVA, estos cambios nos llevarían a un diseño fiscal más eficiente, más sencillo y más justo.

*Pedro Pestana da Silva es especialista en fiscalidad internacional.